La exposición a vibraciones de cuerpo entero, es decir, aquellas que el cuerpo recibe cuando gran parte de su peso descansa sobre una superficie vibrante (asiento o respaldo del puesto de conducción de una máquina móvil, plataformas vibrantes, etc). puede causar daños físicos permanentes e incluso lesiones en el sistema nervioso. También pueden afectar a la presión sanguínea y al sistema urológico. Los síntomas más comunes que aparecen tras un período corto de exposición son fatiga, insomnio, dolor de cabeza y temblores.
La Norma ISO 2631 para vibraciones humanas toman como parámetro de medida la aceleración., trata esencialmente de las vibraciones transmitidas al conjunto del cuerpo por la superficie del apoyo, que puede ser los pies o la pelvis. Su campo de aplicación se centra en las vibraciones transmitidas al cuerpo humano por superficies sólidas en un rango de frecuencias entre 1 Hz a 80 Hz, para vibraciones periódicas, aleatorias, o no periódicas de espectro de frecuencia continuo.
Dado que las vibraciones no son igualmente perjudiciales en cualquier dirección que se produzcan, se define tres ejes que, de forma imaginaria, orientan el cuerpo humano en el espacio tridimensional. De esta forma, las aceleraciones deben medirse en la dirección del eje Z (verticales) y en la dirección de los ejes X e Y (laterales). Los límites de seguridad o confort son diferentes según las vibraciones sean “verticales” o “laterales”.
El intervalo de frecuencias de interés para la valoración de las vibraciones que se transmiten a través del sistema mano-brazo es el acotado entre 6.3 Hz y 1250 Hz.